viernes, 18 de mayo de 2012

hoy a las 12 tenia una asamblea en mi ex colegio terciario. era importante ir porque hace mucho que no nos juntamos y porque el PO nos quiere copar el espacio. me levanto, me cambio, se me hace un poco tarde pero no importa, pongo agua para llevar mate, imprimo un par de carteles de una actividad que vamos a hacer la semana que viene. estoy de buen humor, hace dos días que me levanto con ganas. me doy cuenta que ayer sali y debería bañarme, voy a llegar un poco mas tarde, pero lo hago, quiero estar bien. cuando cierro la ducha me doy cuenta que se largo a llover, antes el ruido del agua de adentro se mezclaba con el ruido del agua de afuera.
me pongo el piloto, agarro el paraguas, me preparo para afrontar el nuevo día. voy a la parada. se larga con todo pero no importa porque estoy bien equipada. el colectivo llega hasta las bolas. un tipo grandote se desespera por pasar mientras yo estoy poniendo las monedas, tengo la mochila llena de cosas y le cuesta mucho, finalmente lo logra y como no hay lugar se queda parado adelante mío. me da bronca. avanzo y me saco la mochila para no molestar, y en ese segundo, cuando la estoy corriendo de mi segundo brazo, en medio de toda esa gente y una frenada de golpe, se cae al piso. tengo la netbook, pienso. la levanto y cuando me la voy a poner una chica me dice que estoy chorreando agua humeante, el termo se rompió. pido permiso y me bajo del colectivo. me siento en el cordon, saco todos los libros mojados, la netbook empapada, los vidrios y dejo todo a un costado. yo nunca lloro, pero siempre que lo hago es en una situación relacionada con el trasporte publico. no tenia monedas para tomarme otro colectivo asi que guardo todo de nuevo en la mochila como puedo y empiezo a caminar.
es horrible porque yo voy armando de a poco razones para estar en esta, para que los días se vayan pegando uno con otro y vayan armando una vida. pero al final, todas esas cartas, desde la no coptación de la asamblea, el mate para compartir con mis compañeros, el afiche mojado que imprimí, el libro que llevo para leer en el colectivo, solo foman un castillo de naipes en el aire que se va a la mierda con una frenada del colectivo.
todo el tiempo hay algo que me sale mal. una boludez, como un mensaje que pense que lo mande pero al final no tenía credito y nunca llego. y entonces no se como seguir, si volver a mi casa, si pedir que me cambien monedas, si tirar el termo o guardarlo y comprar el repuesto, para ahorrarme 5 pesos mugrosos.
pero empece a caminar, camine por once, unas 30 cuadras camine hasta llegar al joaquin. ahi estaban mis compañeros, contentos, chusmeando lo que me perdí de la pelea con el po. y siempre me pasa un poco lo mismo. me siento, escucho, me meto de a poco en el encuentro y me voy olvidando de la angustia. cuando quiero acordar estamos planeando algo que me entusiasma, aparece otro mate, la vida sigue. pero hay una nube atras de los ojos, una presión atmosférica en la garganta que puede llover en cualquier momento. debe ser el otoño, los 25 otoños que llevo en la mochila.

1 comentario:

  1. en esto esta la base de mi paranoia:
    "Podría ser más positiva, podría pensar que lo bueno de fracasar en algo es quedarte con todo lo que no pudiste dar"

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